La excitación sexual
¿Qué es la excitación sexual?
La excitación sexual es cuando te excitas (te pones caliente o cachondx) y te dan ganas de tener algún tipo de sexo. Cuando te excitas, tu cuerpo tiene cambios físicos y emocionales. Por ejemplo, tu pene o clítoris pueden ponerse erectos (duros), sensibles e hincharse, y tu vulva o vagina puede sentirse húmeda, lo mismo que la punta de tu pene.
Puedes excitarte estimulándote sexualmente a ti mismx o con una pareja. También cuando tienes fantasías o pensamientos sexuales, o cuando lees, miras o escuchas materiales eróticos (como la porno). La excitación sexual también puede pasar cuando te tocas, o alguien toca, algunas partes de tu cuerpo que son muy sensibles (también llamadas zonas erógenas). Sin embargo, no todas las personas se sienten excitadas sexualmente cuando se tocan o las tocan.
Cuando te sientes excitadx, puedes tener muchas reacciones físicas o puede que no tengas ninguna. Algunos de los cambios que puedes tener en tu cuerpo cuando sientes excitación incluyen:
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tu presión sanguínea (presión arterial), ritmo cardiaco (latidos del corazón), respiración y temperatura suben
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tus pezones, labios vaginales y clítoris se llenan de sangre y se vuelven más sensibles
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tu pene se pone más duro y se para (a esto también se le llama tener una erección)
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tu vagina se lubrica (se pone húmeda) y se expande
¿Qué es el deseo sexual?
Tu deseo sexual (a veces se le llama “líbido”) es cuando sientes deseo de tener sexo, o cuando tu mente o tu cuerpo se emociona al pensar en hacer algo sexual, como masturbarte, tener pensamientos o fantasías sexuales, o tener sexo con una pareja.
¿Cómo sé si mi deseo sexual es normal?
El deseo sexual es diferente para todas las personas. El número de veces que las personas sienten ganas de tener sexo es algo muy personal. No existe una cantidad de deseo sexual que sea “normal”. El deseo sexual y el interés en el sexo son diferentes para cada persona y pueden cambiar con el tiempo.
Tu deseo sexual puede cambiar por cosas como el estrés, tomar ciertos medicamentos y otros factores físicos, emocionales y de tu estilo de vida. Algunas personas sienten ganas de tener sexo todos los días o más de una vez al día. Mientras que otras personas no quieren tener sexo casi nunca o nunca. También, algunas personas necesitan tener una conexión emocional fuerte con alguien para sentir interés en tener sexo (a esto a veces se le llama ser demisexual). Hay otras personas que no necesitan, o incluso no quieren, tener una conexión emocional con quienes tienen sexo. Puede que las personas que no se sienten atraídas sexualmente hacia nadie se identifiquen como asexuales. En conclusión, el placer y la sexualidad pueden significar cosas diferentes para cada persona.
Si tienes un deseo sexual bajo y esto te preocupa, o te hace sentir mal, puede que tengas algo que se llama trastorno del deseo sexual hipoactivo. Sin embargo, hay tratamientos y cosas que puedes hacer para ayudar a aumentar tu deseo sexual, si así lo deseas.
¿Qué son las zonas erógenas?
Algunas partes del cuerpo tienen muchas terminaciones nerviosas (lugares donde terminan los nervios que recorren nuestro cuerpo), que hacen que sientas excitación sexual cuando tú o alguien las toca. Esas son tus zonas erógenas. Las zonas más erógenas para la mayoría de las personas son las áreas genitales: la vulva, el clítoris, los labios vaginales, la vagina, el ano, el perineo, el pene, el escroto y la próstata. Otras zonas erógenas comunes son los seno (pechos) y los pezones, el cuello, los labios, la boca, la lengua, la espalda, los dedos de las manos y de los pies, las manos, los pies, las orejas, las nalgas (glúteos) y los muslos. Por lo general las más sensibles son el pene y el clítoris.
Cualquier parte de tu cuerpo puede ser sexual, pues así como todas las personas son diferentes, las zonas erógenas también lo son. Lo que se siente bien para ti puede no sentirse bien para tu pareja. Por eso, para saber qué le gusta ¡lo mejor es preguntarle!
¿Qué es el ciclo de respuesta sexual?
El ciclo de respuesta sexual es la forma en que tu cuerpo reacciona a la estimulación sexual. Esto puede suceder con una pareja, contigo mismx o, ¡incluso mientras duermes! No siempre pasas por todas las etapas del ciclo de respuesta sexual, y puede que pares en cualquier momento.
La primera etapa es sentir deseo o tener pensamientos que te exciten sexualmente. Esto puede hacer que te excites (calientes), que es cuando tu cuerpo se prepara para tener sexo. Tu ritmo cardíaco (latidos del corazón) se acelera, tus músculos se tensionan y la sangre fluye hacia tus genitales (pene o vagina).
La siguiente es la etapa de meseta, cuando sientes mucha excitación sexual y mantienes esa sensación masturbándote o teniendo sexo.
La etapa de meseta se termina con el orgasmo, cuando la tensión que acumulaste se libera con varios espasmos o contracciones musculares que se sienten muy bien. Tu cuerpo libera endorfinas, es decir, hormonas que te hacen sentir feliz y relajadx.
La etapa de resolución se produce al final del ciclo de respuesta sexual, ya sea que hayas tenido un orgasmo o no. La resolución significa que tu cuerpo vuelve al estado en que estaba antes de haberte excitado.