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Uno de cada seis africanos es Nigeriano. Sin embargo, el acceso a servicios de salud, especialmente en el norte, continúa siendo limitado en este país populoso subsahariano de África. Para llenar esta brecha, Planned Parenthood Global trabaja con Nongu u Kristu u ken Sudan hen Tiv (NKST), un grupo de la iglesia evangélica local.

Hace 8 años, al comienzo de nuestra asociación, NKST enfrentaba una crisis de salud pública: las mujeres estaban muriendo. Morían durante el alumbramiento por falta de atención especializada en el parto y cuidados obstétricos de emergencia, así como por abortos clandestinos inseguros. NKST manejaba un hospital pequeño, donde en ese momento se ofrecían servicios de salud básicos y tratamiento para el VIH/SIDA, pero no incluía un cuidado integral de la salud reproductiva, dado que la iglesia no aceptaba el uso de anticonceptivos.

El clero de NKST sostuvo muchos encuentros con Planned Parenthood Global para diseñar intervenciones de salud pública para atacar la tasa tan alta de mortalidad materna en la comunidad. Se sopesó la oposición existente a la planificación familiar contra la oposición a que sigan muriendo más mujeres. Como resultado, decidieron que la mejor manera de reducir las muertes maternas y complicaciones de los abortos inseguros era mejorar el acceso de las mujeres a la planificación familiar. En particular, se enfocaron en integrar planificación familiar con los servicios para VIH/SIDA: promover el uso de condones para prevenir embarazos no planeados y contagio de VIH; ofrecer exámenes de detección de VIH a mujeres en busca de cuidados de salud reproductiva; y brindar opciones de métodos anticonceptivos para aquellos bajo tratamiento por VIH/SIDA.

Dado que no todos pueden acceder a cuidados de salud, se entrenó a un grupo de trabajadores de la salud comunitarios para la distribución de pastillas, condones y asesoramiento en los salones de belleza locales, centros de entrenamiento laboral, y estaciones de servicio locales. Durante estos años de trabajo compartido, NKST ha logrado menos emergencias obstétricas y brindar entrenamiento para clínicas privadas más pequeñas.

 

Una mujer muestra los condones femeninos desde el púlpito de la iglesia evangélica local