Alguien nos preguntó: ¿Como puedo tener sexo anal solo, sin un pene?
Aunque casi no se habla de la masturbación anal, es muy común y a muchas personas les gusta. Y aunque usualmente se tiende a pensar en la masturbación como la estimulación en solitario de la vulva y vagina, o del pene, darte placer sexual puede incluir todas las partes del cuerpo que disfrutes, incluyendo el ano, el recto y todo lo que lo rodea.
Los genitales, incluyendo el ano (y otras partes de tu cuerpo como el cuello, la espalda, los muslos, etc.), tienen muchísimas terminaciones nerviosas, y esto hace que para muchas personas sea muy placentero estimularlos de diferentes maneras.
Cuando se trata de masturbación hay carta blanca: cada quien es libre de darse placer dónde y cómo más le guste (desde que no se haga daño, ni a otrxs). Muchas personas con pene, por ejemplo, disfrutan mucho masajeando la próstata (usando dedos o juguetes sexuales interna y/o externamente), y tienen orgasmos muy placenteros al hacerlo. Quizá por eso a la próstata también se le conoce como el “punto G” masculino, el “punto H" o “punto P”. Y aunque no se sabe bien por qué genera tanto placer, se cree que puede ser por la cantidad de terminaciones nerviosas que hay alrededor de esta glándula.
Pero no solo las personas con próstata disfrutan de la masturbación anal, muchas personas con vulva y vagina (sin importar su género) también sienten mucho placer, y orgasmos, al estimular esta zona.
Y aunque cada cual tiene su estilo y preferencias, en general hay dos maneras de darte placer anal:
- Usando las manos y dedos para estimular el área ya sea tocándola, rozándola, masajeando, usando presión o introduciendo un(los) dedo(s) en el recto. Asegúrate de usar lubricante y de lavarte las manos antes de empezar. Si prefieres, también puedes cubrir tus dedos con un condón o condón para dedos.
- Usando juguetes sexuales (u otros objetos): hay de muchos estilos, tamaños y materiales. Los puedes usar para rozar, masajear, hacer presión, usar la vibración de los juguetes dentro y fuera del ano y recto, para diferentes grados de penetración, etc. Igual que con la estimulación manual, lávate las manos, usa lubricante y asegúrate de mantener limpios tus juguetes sexuales (puedes lavarlos o usar un condón). Si tienes vagina, no cambies el juguete del ano a la vagina sin antes lavarlo muy bien o cambiar el condón (puede darte vaginitis).
Algunos de los juguetes sexuales más populares para usar solx o con tu(s) pareja(s) son:
Tapones (plugs) anales:
Usualmente se insertan en el recto y se usan al mismo tiempo que otros tipos de estimulación: del clítoris, penetración vaginal, etc. Vienen en muchos materiales, y con o sin vibración. También hay tapones diseñados para simular la sensación del sexo oral (rimming toys).
Masajeadores de próstata:
Diseñados especialmente para masajear la próstata. Hay de varios tamaños, materiales y grosor. También con o sin vibración, y doble estimulación para el perineo (el área entre la base de tu pene/testículos y ano) y el pene.
Bolas anales
Son una serie de bolas (pelotitas) de diferentes tamaños unidas entre sí que están diseñadas para introducirlas y sacarlas continuamente del recto según como vayas sintiendo. También vienen en diferentes materiales y tamaños, y con o sin vibración.
Dildos
En algunos países se conocen como consoladores. Vienen en muchos tamaños, materiales y formas. Hay dildos anales que se pueden poner en un arnés (strap) para el sexo con otra(s) persona(s). Si vas a usar dildos (y en general cualquier juguete sexual para el sexo o masturbación anal), asegúrate de que tengan una base más ancha que el resto del juguete para evitar que se queden atascados dentro. Sí, puede suceder.
Si es tu primera vez comprando un juguete sexual puede que sea difícil decidirte por uno, pues hay muchísimas opciones. Sin embargo, aquí te dejo algunas recomendaciones y tips que te pueden ayudar.
En conclusión, como cualquier tipo de masturbación, estimularte analmente puede ser una muy buena manera de conocerte, de explorar nuevas sensaciones y de simplemente sentir placer. Ese es el objetivo. Además, si te interesa, practicarlo puede servirte mucho para más adelante invitar a tu(s) pareja(s) y explorar nuevas cosas juntxs. Si deseas conocer más sobre el sexo anal, aquí te dejo este blog y este otro, donde respondemos varias de las preguntas frecuentes que recibimos sobre este tipo de sexo.
Pero ojo, tampoco es algo que tienes que hacer o que te tiene que gustar. A muchas personas no les gusta ni el sexo ni la masturbación anal y eso está totalmente bien. No tienes que experimentar ni intentar si no lo deseas, y definitivamente no tienes que hacerlo porque a tu(s) pareja(s) le(s) gusta. Solo tu decides qué, cómo, cuándo y con quién quieres tener sexo.
Un último pro tip: como dije más arriba, usa lubricante, mucho lubricante. Sin importar cómo lo hagas, la clave del éxito es que todo ruede muy bien, pues a diferencia de la vagina, el ano y recto no producen lubricación natural, así que algo de extra help hará que todo se sienta mucho mejor. Y obvio, ir a tu ritmo, sin afán. Por si la necesitas, aquí te dejo una guía para elegir el mejor lubricante para ti.
Recuerda que no debe doler. Si duele es porque o falta lubricante, o vas muy rápido. Date el tiempo de explorar qué se siente bien y qué no, pues se trata solo de ti y de descubrir —y disfrutar— tu propio placer. Valga la redundancia.
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