Alguien nos preguntó: ¿Cómo convenzo a mi pareja para hacer el 69 y tener sexo anal?
Cuando una persona no tiene el mismo deseo, intereses y gustos sexuales que su pareja, puede sentir insatisfacción en la relación. O puede sentirse presionada e incómoda por tener que hacer algo con lo que no se siente a gusto para complacer a la otra persona. Por ejemplo, cuando una persona quiere tener sexo con mayor frecuencia que la otra, o quiere tener sexo oral o anal, o probar el BDSM y la otra persona no está interesada. Esto puede causar tensión en las relaciones de pareja.
Una de las claves del buen sexo en pareja, y en general de una relación saludable, es la comunicación. Tener conversaciones honestas y respetuosas para expresar lo que cada quien quiere y poder llegar a un acuerdo con el que las dos personas se sientan bien. No se trata de convencer a tu pareja de que haga algo que tú deseas, sino de entender y respetar lo que cada quien quiere, cómo lo quiere, qué le gusta y qué no le gusta. Se trata del consentimiento, que es esencial para tener relaciones sexuales (y de cualquier tipo) saludables, y que no es otra cosa que asegurarse de que las personas involucradas estén de acuerdo con lo que se está haciendo. En este blog hablamos más de esto.
Pero ojo, aunque podría parecer que si convences a tu pareja de hacer algo, como por ejemplo el 69, esto quiere decir que te dio su consentimiento, debes tener en cuenta que para ser verdadero, el consentimiento tiene que darse libremente y con entusiasmo. Es decir, si te esfuerzas mucho para convencer a alguien y esa persona da su consentimiento por tu insistencia, entonces no es un verdadero consentimiento.
Recuerda también que el consentimiento no es permanente. Esto quiere decir que tu pareja puede dar su consentimiento de hacer el 69, por ejemplo, y en medio de la acción cambiar de parecer y decir que no desea continuar. Esto es perfectamente válido y normal. Y lo tienes que respetar, no importa si tu relación es muy nueva o ya de muchos años. Al mismo tiempo, también quiere decir que puede no estar interesada hacer algo que tú quieres, por ejemplo el sexo anal, pero después cambiar de parecer. Todo está en cómo se comuniquen y en crear un espacio seguro para conversar y explorar juntxs. Quizá puedas invitarla a probar y experimentar, siempre con la condición de parar en cualquier momento si lo desea.
Y claro que hablar de sexo no es sencillo. Para muchas personas, es un tema incómodo que les hace sentir vergüenza. Pero tener estas conversaciones es súper importante. No solo para tener sexo más placentero para lxs dos, sino también para conocer los límites sexuales de cada quien y así construir una relación segura y sana.
Lo que puede ayudar para hablar de sexo con tu pareja es buscar el momento adecuado. No es muy recomendable tener esta conversación cuando algunx de ustedes haya tomado alcohol o consumido drogas, esté muy cansadx o haya tenido un mal día. También es recomendable poner atención a la forma en que reacciona tu pareja. Por ejemplo, si notas que se empieza a poner incómodx, estresadx o a la defensiva, haz una pausa. Dale espacio y apoyo para procesar sus emociones y que puedan seguir conversando.
Buscar la ayuda de unx terapeuta de parejas también puede ser una buena idea, sobre todo si hay cosas que tú realmente quieres hacer o explorar pero tu pareja no, por preferencias personales, experiencias pasadas o traumas. O viceversa.
¡Gracias por tu pregunta!
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