Alguien nos preguntó: Mi novio quiere que le haga sexo oral (me trague su semen) pero yo no quiero.
Yo diría que a casi todxs quienes hemos estado en situaciones sexuales nos ha pasado que nuestra pareja (sexual, romántica, o de cualquier naturaleza) nos pida hacer algo que, por la razón que sea, no queremos (o lo contrario). Y pues a fin de cuentas es súper natural, porque todxs somos diferentes y tenemos gustos distintos.
Demos por hecho que va a suceder en algún momento y, entonces, ¿qué hacer, qué decir o cómo decir que no?
Lo primero a tener en cuenta es que cualquier tipo de sexo o actividad sexual debe ser consensuada, es decir, todas las personas involucradas deben querer hacerla. Cuando se trata de sexo, el consentimiento lo es todo.
Sin embargo, el hecho de que hayas dicho que sí a —por ejemplo— tener sexo con tu novio, no quiere decir que quieres hacer TODO lo que el quiera hacer. Puede que desees hacer unas cosas y otras no: que se toquen mutuamente y nada más, que quieras tener sexo vaginal pero no oral, etc.
Entonces, si no quieres hacerle sexo oral a tu novix, o hacerlo de la manera que quiere, pues este sería un límite sexual para ti. Ojo, tampoco quiere decir que porque no quieras hacerlo un día no vas a querer hacerlo nunca. Tu cuerpo y tu placer es tuyo, y eres libre de decidir qué, cómo y cuándo tener sexo.
Segundo, una buena parte de tener sexo placentero se trata de la comunicación, de conocer qué te gusta a ti y a tu pareja y qué no, qué quieres(en) o no hacer, y de saber hablarlo con confianza y respeto. En una relación sana (sexual o de cualquier tipo), es importante poder hablar de lo que deseas y desean. Así podrán conocerse mejor y aprender a disfrutar el sexo juntxs. Además, poder hablar de lo que no quieres hacer puede dar pie a descubrir y hablar de lo que sí quieres hacer... sexy!
Tercero, es muy importante reconocer y establecer nuestros límites sexuales, que nuestra pareja sexual los respete y nosotros los de ella. Puedes leer más sobre cómo establecer los límites sexuales aquí. Todo esto construye una vida sexual sana, y hará que el sexo sea mucho más divertido y placentero. También creará la confianza para, si lo desean, intentar cosas nuevas.
Sin embargo, a veces no es fácil saber con claridad si quieres hacer algo o no. Puede pasar que sientes que quieres pero no, o que empiezas a hacerlo pero no te gusta, o que se siente un poco bien pero no del todo. Si esto sucede, siempre puedes pausar o decir no en cualquier momento. Y tu pareja debe respetarlo, aunque le hubiese gustado otra cosa. El bottom line es que no estás rechazando a tu pareja, sino simplemente expresando que no te sientes bien, cómodx o a gusto haciendo "x" cosa.
Si tu pareja sexual, romántica, o de cualquier naturaleza te presiona, manipula, se enoja, te obliga o de plano no acepta y respeta que no quieras hacer algo, esto puede ser una señal de coerción sexual (que el sexo no es consensuado), y de que la relación no es sana. Hace poco escribimos sobre qué es la coerción sexual y cómo reconocerla, te recomiendo leerlo.
En conclusión, nunca ni por ningún motivo tienes que hacer algo que no deseas, no te sientes bien haciendo o simplemente no quieres hacer. A veces puede ser incómodo decir que no y establecer tus límites, pero es fundamental para construir relaciones sanas y placenteras. Al final, estas situaciones son una buena oportunidad para conocerte, a tu pareja y la relación que están formando. Es muy importante que se base en el consentimiento, el respeto y la comunicación, ¡sin importar cuánto dure!
Puedes leer más sobre el consentimiento, los límites sexuales y las relaciones sanas aquí.
Conoce más sobre los límites sexuales y cómo establecerlos.
- Tips para saber cómo escuchar tu cuerpo y reconocer tus límites sexuales
- Consejos sobre cómo establecer tus límites sexuales
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