Cuando somos pequeñxs, por lo general no pensamos que tenemos límites a lo que podemos hacer en el futuro. En la mayoría de los casos, cuando se le pregunta a niñxs menores de 6 años qué quieren ser cuando sean grandes, sus respuestas no tienen que ver nada con sus géneros: presidentx de la nación, astronauta, jugadorx de fútbol, doctorx, científicx.
Sin embargo, con el paso del tiempo, estxs mismxs niñxs empiezan a pensar de manera diferente sobre sus capacidades porque en gran parte son dirigidxs por los estereotipos de género, o sea por las ideas tradicionales de la sociedad y su cultura sobre lo que las personas pueden y deben hacer según su género.
Anteriormente se creía que solo existían dos géneros (masculino y femenino). Aunque esta forma de pensar está cambiando, no se ha ido del todo. Un ejemplo claro es el de los estereotipos de género, y la forma en que se piensa que cada niñx debe tener roles específicos según estos. Por ejemplo, la creencia de que la mujer debe cuidar de los niñxs y que los hombres deben proveer siguen arraigadas en la sociedad y así se refuerzan y repiten los estereotipos de género (o sea, las ideas sobre cómo debemos actuar) y con estos, los roles de género (o sea, qué roles debemos desempeñar en la familia, en la escuela, qué tipo de trabajo debemos conseguir según nuestro género, etc.).
Estos se aprenden desde la infancia a través de las interacciones que tenemos con las personas adultas que nos rodean: nuestros padres, familiares, la escuela, los medios de comunicación, etc. Al expresar sus creencias sobre los géneros y sus expectativas usando palabras y acciones, informan y modelan el proceso por el cual desarrollamos nuestros roles y nos percibimos a nosotrxs mismxs y se expresan diariamente en cosas como:
- Los juguetes que compramos: camiones para los varones y muñecas para las chicas.
- Los deportes o actividades extracurriculares que practicamos: fútbol y karate para los varones; danzas o arte para las niñas.
- Las asignaturas que elegimos en la secundaria: los varones se inclinan más hacia las matemáticas y las ciencias, y las niñas hacia las artes y las humanidades.
- Que a su vez, predispone los roles que vamos a cumplir, por ejemplo, qué tipo de estudios vamos a seguir y qué opciones laborales tendremos en el futuro.
Es por este motivo que en gran parte son responsables de la desigualdad de género, la discriminación y en ciertos casos, la violencia de género.
La desigualdad de género se manifiesta en las disparidades que existen en el acceso a ciertos recursos como la salud, la educación, el trabajo y la participación política, entre otros. Por ejemplo, las mujeres y personas de la comunidad LGBTQ tienen menos acceso al trabajo, en condiciones más desfavorables y suelen estar más expuestas a la discriminación y la violencia.
Dado que la mayoría de las culturas valoran más a los hombres y la masculinidad, los estereotipos de género afectan más a las mujeres y las niñas como también a otras personas que la gente percibe como femeninas, como las personas trans y no binarias. Además, estos estereotipos pueden afectar a niños y hombres que se sienten presionados para ajustarse a los roles de género rígidos.
Un estudio reciente determinó que los estereotipos de género quedan arraigados desde la adolescencia y tienen consecuencias negativas durante la vida adulta. Si queremos un mundo más justo e inclusivo es importante educarlxs en la igualdad porque durante esta etapa ellxs aprenden las formas de relacionarse con lxs otrxs, también de comportarse y a menudo comienzan su vida sexual.
Según el estudio, las consecuencias para las mujeres incluyen: sufrir de depresión, matrimonio infantil, dejar los estudios o estudiar una carrera que conforma con los roles de género y tener más chances de estar expuestas a la violencia. Esto se debe a que las mujeres jóvenes y las niñas se ven presionadas para ajustarse a los estereotipos de subordinación femenina, limitando así sus oportunidades y su capacidad de decisión social y sexual.
Las consecuencias para los hombres de respaldar estos estereotipos de masculinidad que se basan en la dominación incluyen: usar más la violencia física para subordinar a quienes consideran inferiores o débiles, morir de heridas accidentales, abusar de drogas, tener más incidencia de suicidio y tener una esperanza de vida más corta que las mujeres.
Es por este motivo que es super importante educarlxs desde temprana edad para que puedan reconocer los estereotipos, puedan combatirlos para así vivir vidas más libres y plenas. Los estereotipos no benefician ni a mujeres, ni a hombres ya que impiden que cada persona desarrolle su potencial y que tengan la libertad de gozar de las mismas oportunidades.
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