Los condones son bolsasitas delgadas y elásticas que se colocan sobre el pene durante el sexo. Los condones proporcionan una gran protección contra el embarazo y la mayoría de las infecciones de transmisión sexual. Son fáciles de usar y fáciles de conseguir.
Los condones evitan el contacto con el semen y los fluidos vaginales, y ayudan a limitar el contacto piel-con-piel que puede propagar infecciones de transmisión sexual.
Los condones de piel de cordero no protegen contra las infecciones de transmisión sexual. Sólo los condones de látex y plástico.
¿Cómo ayudan los condones a protegerte contra las infecciones de transmisión sexual?
Utilizar condones cada vez que tienes sexo oral, anal o vaginal es la mejor manera de reducir las probabilidades de contraer o propagar infecciones de transmisión sexual. Los condones te protegen a ti y a tus parejas de ITSs al evitar el contacto con fluidos corporales (como el semen y los fluidos vaginales) que pueden llevar infecciones. Y debido a que los condones cubren el pene, ayudan a protegerte contra ciertas ETS como herpes y verrugas genitales que se propagan a través del contacto piel-con-piel (pero, con estos son menos efectivos ya que no cubren toda tu piel).
Pro-Tip: si cortas un condón a lo largo, puedes abrirlo y ponerlo sobre la vulva para sexo oral más seguro. ¡Los condones son útiles para todos!
Los condones son el único tipo de anticonceptivo que también ayuda a proteger contra las infecciones de transmisión sexual. Así que aunque estés utilizando otra método para prevenir el embarazo, es buena idea usar también condones para prevenir la propagación de ITSs.
Ten en cuenta que los condones a base de piel de cordero u otras membranas animales no protegen contra las infecciones de transmisión sexual, solo ayudan a prevenir el embarazo. Sólo los condones sintéticos (látex o sintéticos no látex) ayudan a prevenir la propagación de ITSs.