Residente de Carolina del Sur impugna ante la justicia la prohibición del aborto del estado
Para publicación inmediata: 5 de febrero de 2024
COLUMBIA, SC — Hoy, una mujer de Carolina del Sur a quien se le denegó un aborto en su estado de origen como resultado de la prohibición prematura y represiva del aborto en Carolina del Sur, se unió a un grupo de proveedores de aborto para presentar una demanda que cuestiona el alcance de la prohibición. En la demanda presentada hoy se pide a una corte de primera instancia que aclare la ambigüedad de la definición de “latido del corazón fetal” planteada por primera vez por la Corte Suprema de Carolina del Sur en su decisión de agosto de mantener la prohibición del aborto del estado. A falta de claridad por parte de las cortes, los proveedores de abortos no han tenido más remedio que asumir que la prohibición se aplica a las seis semanas de embarazo, es decir, antes de que la mayoría de las personas sepan siquiera que están en embarazo. Desde la sentencia de agosto de la Corte Suprema de Carolina del Sur, la gran mayoría de las personas de dicho estado que buscan abortar se han visto obligadas a viajar fuera del estado para recibir atención, y quienes no han podido viajar se han visto obligadas a llevar sus embarazos a término o buscar atención fuera del sistema médico.
Taylor Shelton, residente de Carolina del Sur, solicitó un aborto después de que fallara su método anticonceptivo. Aunque Taylor reconoció su embarazo dos días después de la falta del periodo, no pudo abortar con uno de los proveedores de Carolina del Sur antes de las seis semanas de embarazo. Como resultado, Taylor se vio obligada a hacer múltiples viajes a Carolina del Norte para obtener atención médica.
Shelton es la primera persona que presenta una demanda directamente contra las restricciones al aborto fuera del contexto de las excepciones médicas desde que la sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso Dobbs vs. Jackson Women's Health Organization anuló el caso Roe vs. Wade en 2022.
Declaración de Taylor Shelton, demandante:
“Estoy demandando al Estado de Carolina del Sur por la difícil experiencia que tuve al intentar conseguir un aborto legal aquí. Me enteré de que estaba embarazada a las cuatro semanas con un DIU puesto, y supe inmediatamente que abortar era la decisión correcta para mí. Aunque estaba muy por debajo de las seis semanas, no pude acceder a la atención que necesitaba en el estado de Carolina del Sur, y esta barrera injustificada me hizo sentir increíblemente frustrada y terriblemente confundida.
“Me obligaron a pasar por muchos trámites innecesarios para recibir la atención que merecía. Al final, tuve que hacer varios viajes fuera del estado y pasar más de 20 horas conduciendo para obtener la atención que necesitaba. Toda la experiencia me dejó enfadada y, francamente, traumatizada. Quiero que todas las personas comprendan el impacto que las restricciones al aborto y el trato injusto de Carolina del Sur están teniendo en personas reales, y espero que mi historia muestre lo punitivas y crueles que son realmente estas prohibiciones del aborto”.
Declaración de Jenny Black, presidenta y directora general de Planned Parenthood South Atlantic:
“La prohibición del aborto en Carolina del Sur perjudica cada día a personas como Taylor, al tiempo que siembra el caos y la confusión entre los proveedores de atención médica de todo el estado. Nadie debería tener que superar barrera tras barrera o cruzar fronteras estatales para obtener una atención médica básica y esencial. Sentimos alivio de que Taylor pudo finalmente obtener la atención que deseaba y necesitaba, pero hay demasiados habitantes de Carolina del Sur que no pueden hacerlo y deben llevar adelante embarazos en contra de su voluntad. Las personas están cansadas de que se les diga que no pueden tomar decisiones muy personales sobre su propia salud y atención médica. Agradecemos a personas como Taylor que cuentan sus historias y desafían estas restricciones dañinas e innecesarias sobre la atención”.
La demanda se basa en la ambigüedad de la definición de “latido fetal” planteada por la Corte Suprema de Carolina del Sur en los argumentos orales y en su decisión de agosto. La opinión mayoritaria dijo que “dejaba para otro día” la cuestión clave del significado de “latido fetal” y de si su definición se refiere o no al momento en que se ha formado realmente el corazón del feto, lo que ocurre más tarde en el embarazo que el momento en que el estado alega que la ley prohíbe el aborto.
Como señaló el presidente de la Corte Suprema Beatty en su voto en contra de la sentencia de agosto, las llamadas prohibiciones del latido fetal, como la de Carolina del Sur, son “el ejemplo por excelencia del engaño político”, porque utilizan una terminología “médica y científicamente inexacta”. Sin una aclaración por parte de la Corte, el momento del embarazo en el que la prohibición prohíbe los abortos sigue siendo ambiguo.
Carolina del Norte prohíbe la mayoría de los abortos después de las 12 semanas de gestación, además de imponer otras múltiples restricciones al aborto en general, como la exigencia de dos visitas en persona antes de que un paciente pueda recibir atención.
Los demandantes en el caso son Planned Parenthood South Atlantic, la Dra. Katherine Farris y Taylor Shelton. Están representados por Planned Parenthood Federation of America y el bufete de abogados de Carolina del Sur Burnette Shutt & McDaniel.
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