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WASHINGTON D.C. — Hoy, un juez lleva a cabo una audiencia en el caso ante una corte federal promovido por el estado de Texas y un demandante anónimo que pretende cerrar los centros de salud de Planned Parenthood.

Esta mañana, en un nuevo artículo del Texas Tribune, la periodista especializada en salud de la mujer, Eleanor Klibanoff, examina las posibles consecuencias del caso para los pacientes de Texas. El caso está ante el juez Kacsmaryk del Distrito Norte de Texas, quien recientemente intentó anular la aprobación de la mifepristona por parte de la FDA. El artículo detalla cómo el estado de Texas ha intentado en repetidas ocasiones excluir a Planned Parenthood de cualquier financiación para prestar servicios médicos de calidad, como anticonceptivos, pruebas de detección del cáncer, y pruebas y tratamiento de ITS.

LEER: Even after Planned Parenthood stopped performing abortions, Texas is still trying to shut it down

Klibanoff escribe:

“Durante más de una década, el estado ha tratado y fracasado en su intento de echar a Planned Parenthood de Texas. Texas restringió y luego prohibió el aborto. El estado sacó a las filiales de Planned Parenthood de los programas de salud financiados por el estado y rechazó dólares federales en lugar de permitir que Planned Parenthood los recibiera. Planned Parenthood se ha quedado sin financiación para pruebas de detección del cáncer, anticoncepción, prevención del VIH, y educación sexual. A pesar de este esfuerzo coordinado desde las más altas esferas del gobierno estatal, las puertas de las clínicas de Planned Parenthood han permanecido abiertas en Texas”.

Pero si esta falsa demanda para obligar a Planned Parenthood a pagar más de mil 800 millones de dólares tiene éxito, los más perjudicados serán los pacientes, como lo describe la Dra. Amna Dermish, jefa de operaciones y servicios médicos de Planned Parenthood of Greater Texas:

“‘Hemos pasado por muchas tormentas, pero siempre hemos sido capaces de salir adelante y estar ahí para nuestros pacientes’, dijo Dermish. ‘En última instancia, esa es la razón por la que vengo a trabajar cada día, y mi mayor temor es que un día no podamos hacerlo’”.

Como deja claro Klibanoff, los habitantes de Texas ya han sentido las consecuencias de las políticas de su estado:

“Con varias rondas de recortes de fondos y programas en su haber, los proveedores de Planned Parenthood sabían que no había un sistema sólido de consultorios médicos que aceptaran Medicaid esperando para acoger a estos nuevos pacientes.

“Al ser uno de los 12 estados que no ha ampliado el programa, Medicaid en Texas sólo ofrece cobertura médica a niños, mujeres embarazadas, adultos con discapacidad, y los residentes más pobres.

“‘Estos pacientes son muy vulnerables’, dijo Laura Thomas, vicepresidenta de atención al paciente de Planned Parenthood Gulf Coast. ‘Y muchos consultorios no aceptan Medicaid, o tienen una larga lista de espera, o tal vez las instalaciones no son accesibles... por eso hemos pensado que es muy importante que podamos seguir ofreciéndoles estos servicios’”.

La directora ejecutiva de Planned Parenthood South Texas, Laura Terrill, explica:

“‘La suposición de que los pacientes simplemente obtendrán atención médica en otro lugar simplemente no es cierta... Hemos visto aumentar las tasas de ITS, las tasas de mortalidad materna, y el número de adolescentes en embarazo…’”

Para más información sobre el caso, lee esta hoja informativa.

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